martes, 13 de abril de 2010

Cerco a los últimos 55 kilómetros de playa virgen (La Janda, Cádiz)


El Palmar, Trafalgar, Los Lances... La marea de ladrillo subirá cuando amaine la crisis

27.12.09 - 00:13 -DANIEL PÉREZ dperez@lavozdigital.es


LAS REACCIONES


ANTONIO ROLDÁN ALCALDE DE CONIL «En Vejer que miren lo suyo; yo no me he metido en El Palmar»

ANTONIO DOMÍNGUEZ DLGDO. URBANISMO BARBATE «El Plan Trafalgar no está perdido: habrá nuevos inversores»


Cádiz, desde Chipiona a Tarifa, será muy distinta dentro de cinco años. La polémica construcción de un macrocomplejo turístico en la playa de El Palmar, con su larga batería de argumentos a favor y en contra, ha resucitado el debate sobre el futuro inmediato del litoral de la provincia.


No es el único paisaje que se verá drásticamente afectado por la acción de los constructores. La crisis ha obligado a muchos promotores a instalarse en una situación de tregua estratégica, pero a las primeras señales de recuperación, las grúas volverán a redibujar el perfil de nuestras costas.


En algunos casos, los ayuntamientos cuentan con proyectos cerrados. En otros, las recalificaciones de suelo o las modificaciones puntuales de las normas subsidiarias han sentado las bases para que los ojeadores de las grandes compañías planteen sus propuestas, con la garantía de que saldrán adelante siempre y cuando se respeten un mínimo de condiciones de edificabilidad: desarrollo sostenible o depredación disimulada, depende de a quién se le pregunte.


Los nuevos hoteles, apartahoteles y urbanizaciones que se proyectan para el litoral gaditano se definen en función de su agresividad. Los hay que vendrán a sumarse a entornos ya «alicatados» por el 'boom' del cemento y del ladrillo, pero otros juegan al límite de parajes naturales amenazados por la dejación de las administraciones, la sobreexposición turística y la parcelación ilegal. Un empujoncito más y serán historia. Hoy por hoy, de los 174 kilómetros de playas con que cuenta un litoral de 285, sólo 55 presumen de la categoría de Playa Natural («ausente de construcciones y sin excesiva transformación por la actividad del hombre»), incluyendo los cinco destinados a servidumbre militar.


Trafalgar, que ha servido de ambientación para tantas novelas históricas, va camino de convertirse, por sí mismo, en protagonista de su propio culebrón. El enclave, independientemente de su consideración administrativa como «playa natural, con tramo rururbano», es otro de los lugares que guarda una fuerte carga emocional para los defensores de un litoral limpio de edificaciones agresivas.


Después de que en abril la Junta diera el visto bueno al plan parcial que permitirá la instalación de hoteles con una edificación de baja intensidad en una pastilla de terreno que ocupa 35.000 metros (inicialmente eran 145.000), y de que las dos firmas ejecutoras, TUI e Hipotels, se echaran atrás, desde el Ayuntamiento aseguran que los sondeos para encontrar nuevos inversores que se hagan cargo del proyecto «van por buen camino», que lo peor del embrollo «ya ha pasado», y que dentro de muy poco «habrá nombres, plazos y presupuestos».


El delegado de Urbanismo de Barbate, Antonio Domínguez, insiste: «Eso no está perdido. Somos cautos, y queremos hacerlo con discreción, pero trabajamos con otros promotores y si no tiran del carro los propietarios de los terrenos, lo haremos nosotros».


En la zona de El Madroño, también en las cercanías del faro, pero tras la carretera, hay 70 hectáreas reservadas para dos hoteles y un residencial. Se suma al proyecto que el Ayuntamiento ha incluido en el POT de la Janda para la ejecución de un complejo de ocio en El Bujar, siguiendo el curso del río. Un puerto deportivo y un campo de golf que, si la iniciativa recibe el visto bueno definitivo, desarrollará la sociedad Novaterra.


Las Breñas

También sigue adelante el complejo inmobiliario y turístico asociado a otro campo de golf que Bogaris levantará muy cerca de otro punto sensible desde una perspectiva medioambiental: las más de 400 hectáreas que ocuparán las infraestructuras hoteleras y residenciales lindan con el Parque Natural de las Breñas. No obstante, Antonio Domínguez recalca que, tras algunas modificaciones sustantivas, como la reducción del número de viviendas planeadas (de 900 a 400), el proyecto ha dado un paso adelante «sólido y muy esperanzador».


En el capítulo de actuaciones a medio plazo, el Consistorio de Barbate confía en que los 2.000 metros cuadrados para uso hotelero situados en la zona de La Lonja Vieja y los 18.000 que esperan inversores en el puerto deportivo, «tengan proyectos en firme en cuanto la crisis anime a los promotores y se recupere la confianza».


Antonio Roldán, alcalde de Conil, señala que es posible reconciliar intereses que, a priori, parecen tan antagónicos como un desarrollo turístico «eficaz y rentable» y la defensa del Medio Ambiente. «Nosotros no vamos a renunciar ni a lo uno ni a lo otro». Además del hotel de cuatro estrella que Hipotels se ha llevado de Trafalgar a La Fontanilla (25.000 metros cuadrados, en una unidad de ejecución de 53.000, más de 300 habitaciones, 690 plazas, 160 puestos de trabajo), el segundo gran proyecto con licencias municipales y visto bueno administrativo supone la construcción de 113 apartamentos en las inmediaciones de la playa de El Roqueo (calificada como seminatural).


Sobre las constantes alusiones del PSOE de Vejer a la «ausencia de plataformas» para protestar por las construcciones proyectadas en el término municipal a su cargo, Roldán se muestra rotundo: «Que miren lo suyo. Yo nunca me ha metido en el tema de El Palmar. En la zona de la Fontanilla hay un plan hotelero aprobado desde hace años, y no tiene nada que ver con lo que se está diciendo. Además, vasta con echar un vistazo a Conil y a Vejer para darse cuenta de qué diferencias estamos hablando. No entro en más disquisiciones: con un vistazo, vale».


Los proyectos en cartera también se acumulan en Tarifa, a la espera de que soplen vientos más prósperos para la inversión urbanística. En el último año, el Ayuntamiento ha dado vía libre a la construcción de casi 3.500 viviendas y más de 12.000 plazas hoteleras. Tras el desastre consabido que supuso la urbanización caótica y agresiva de Atlanterra, una segunda tanda de construcciones en segunda línea de playa darán cabida a 1.920 plazas más, mientras que en Valdevaqueros se edificarán 741.000 metros cuadrados, entre hoteles y viviendas (casi 700). Los Lances Sur y Norte se verán afectadas por la ejecución de diferentes proyectos en una parcela de más 600.000 metros cuadrados, y contra los ecologistas ya han levantado la voz.


Visto lo visto, sobre los 55 últimos kilómetros de playas naturales de Cádiz se cierne otra crisis. Quizá sea la definitiva.

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