No creo que El Palmar y Zahora sean tan "carne de cañon" como algunos piensan.
Si algo "bueno" puede tener la Crisis es que también afecta y hace mella en muchos de esos grandes empresarios especuladores a la hora de llevar a cabo sus proyectos, aunque cuenten con el apoyo y el beneplácito de los Ayuntamientos y de La Junta.
Pongo como ejemplo el caso reciente del empresario dueño de Zmar, esa empresa portuguesa del famoso "camping hotel sostenible" que tanta publicidad ha tenido en la prensa, que necesita comprar ochenta hectáreas para hacer uno de estos campings en Zahora u en otro sitio de Barbate, junto al Parque Natural de La Breña.
Hemos sabido de fuente fidedigna que este sr. vino un día a ver algunos terrenos de Zahora acompañado y arropado por el Alcalde de Barbate, Delegada de Turismo y compañía. Luego nos enteramos por otro lado y puede que sea cierto que pretendía comprar los terrenos - suelo rústico-nada más y nada menos que a 3 EURITOS EL METRO...(500 de las antiguas pesetas).
Por poneros un ejemplo de a qué me refiero, del negociaso (pelotazo) que se pretende hacer con este tipo de operaciones, sólo hace falta saber que hace más de 20 años en Zahora se compraban parcelas a 700 y más pesetas el metro, y, hace sólo unos añitos que estas se han estado vendiendo entre 20 o 25 mil pesetas el metro.
Entonces estos señores, incluyendo los políticos, al parecer creen que la gente es tonta, que pueden seguir comprándoles sus tierras, el suelo rústico a un precio ridículo para inmediatamente recalificarlo y tener todas las facilidades para urbanizarlo y construir a lo bestia o, lo que es más grave aún, para a continuación venderlo a un precio multiplicado por mucho.
Algún propietario de la zona le dijo a estos señores que él iba a seguir criando ganado autóctono, las vacas retintas, que con "estos pastos" tan buena carne producen.
Pués bien, así las cosas, con este panorama especulativo, este Señor (y seguramente otros por el estilo que vienen con las mismas intenciones y ese mismo tipo de propuestas) no ha podido hacer el negocio fácil y, se habrá marchado sin poder tocar el pastel, comerse una rosca (por lo menos en lo que se refiere a este caso concreto).
Esto es un ejemplo de que así por este camino ya no no es tan fácil que los especuladores consigan sus propósitos y, claro, por consiguiente tampoco los políticos tendrán la oportunidad de embolsillarse "comisiones", por mucho que antes hayan abonado el terreno a base de nuevos planes de urbanismo para facilitar estos macro proyectos.
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